http://www.cuartetodenos.com.uy/
martes, 1 de diciembre de 2009
Ya no sé que hacer conmigo
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domingo, 29 de noviembre de 2009
Jirafa decapitada
Jirafa decapitada
Amaia Gracia Azqueta; 2009
Escayola, madera, esmalte.
Su intuición a la hora de crear es brutal. Sus obras se justifican por sí solas.
Está claro que su naturaleza es de artista.
A partir del 11 de diciembre expondrá sus obras en la Ciudadela de Pamplona como ganadora del XXIV Concurso "Pamplona Jóvenes Artistas".
http://www.flickr.com/photos/amaiagracia/
.
martes, 10 de noviembre de 2009
No one will ever write a song about me
Delicadísimo dibujo de Verónica Navarro Castillo (Poor Sailor)
Si no me equivoco pertenece a una serie de dibujos que fue haciendo durante sus trayectos en el metro.
¿Las cosas que no decimos nos convierten en extraños?
jueves, 5 de noviembre de 2009
Lo que se me había escapado
Un pintor de hoy.
2002.
viernes, 30 de octubre de 2009
no. 4 Graffiti In Berlin
1.
Sixteen names were daubed thickly
Over and again, in the stairwell, going quickly
Back before ‘89
Before the fall (of man? Of wall?)
Tagged when tagging
Was only first starting
To look less like names,
A mess of claims;
Ownership on brick-dust
And chippings from the war.
2.
The buildings here wear
Their insides-out,
Each year:
A ring.
In stencils,
Free-handed,
Meticulously painted:
A face – ‘How Long Is Now?’
3.
The tracks are much like other tracks
Here; London, Moscow – the in betweens,
And shadows even, of India
(I cannot help it).
But thorny briars cough their way
Tattoo-like
Up the side of the yellow skins
Glancing off of dancing men,
Bananas gripped in pointed fists,
Kisses on a sliding door
Still wet, and running
Up the arm of a man who holds
His pen like it is his birth-right.
And perhaps here,
In these past twenty years
It is.
A View From a Car Park no. 4 Graffiti In Berlin
Fascination
Fascination
Printamps et autres saisons
1989.
martes, 27 de octubre de 2009
Extraños
Voy a hacer hoy este ensayo singular: absolverme a mi misma mientras le hablo a usted.
Comprendo que todo esto es muy extraño, pero usted aceptó sin vacilar mi proposición y le estoy por ello muy agradecida.
Stefan Zweig
Veinticuatro horas en la vida de una mujer
1929.
jueves, 22 de octubre de 2009
Tom est mort
J’ai quarante-cinq ans et cet enfant a occupé quatre ans et demi de ma vie,plus neuf mois. Je ne sais pas ce que ça veut dire. [...]
Avant il s’appelait Tom Winter, maintenant il s’appelle Tom est mort. Il est mort depuis bien plus longtemps qu’il n’a été vivant. Mon petit garçon mort. Je ne pas dire que j’aie gardé la raison.
Tom est mort
2007.
miércoles, 21 de octubre de 2009
martes, 20 de octubre de 2009
Sous la neige
En nous tenant le bras
Nous nous sentons si loin
Qu'aucun de nous ne bouge
Ne bouge
Comme tu me parles bas
Nous avançons peut-être
Croisons de vieilles personnes
Qui marchent en silence
Comme tu me parles bas
Nous avançons peut-être
Croisons de vieilles personnes
Qui marchent en silence
Allons dans un sentier
Où la lumière est franche
Nous parlerons sûrement
De partir quelques jours
Nous marchons sous la neige
En nous tenant le bras
Nous nous sentons si loin
Qu'aucun de nous ne bouge
Ne bouge, comme tu me parles bas
Nous avançons peut-être
Croisons de vieilles personnes
Qui marchent en silence
Allons dans un sentier
Où la lumière est franche
Nous parlerons sûrement
De partir quelques jours.
Sous la neige.
La fossette 1993
domingo, 11 de octubre de 2009
Instrucciones para dar cuerda al reloj
Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.
¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.
1962.
jueves, 8 de octubre de 2009
Hombres Grises
Blogueando he encontrado este texto. Forma parte de un breve relato que encontrareis en el blog Un poco más de vida
miércoles, 7 de octubre de 2009
¿Qué es el tiempo?
Todavía me pregunto por qué todo parece suceder al mismo tiempo. Creo que lo llamas “la atadura del tiempo”.
David Eagleman:
Sí, correcto.
E.P.:
¿Podríamos repasar esto un poco?
D.E.:
Sí, uno de los retos para el cerebro es captar información sobre el mundo a través de distintos sentidos: la vista, el oído, el tacto, etc.
E.P.:
Y otros.
D.E.:
Y otros, pero procesa la información a velocidades muy distintas, lo que significa que algunas partes del cerebro obtienen la información antes que otras, y el cerebro tiene muchas dificultades para recopilar toda esta información, sincronizarla, entregarnos una historia y decirnos: “vale, esto es lo que ha ocurrido”. Pero la consecuencia es que vivimos en el pasado.
La consecuencia es que cuando pensamos que se produce el “momento ahora”, el “momento ahora” ya sucedió hace mucho tiempo y las señales cerebrales se han ido moviendo, hemos tenido que recopilar toda la información, compararla y entonces es cuando vemos el “momento ahora”. De modo que nuestra vida es como un show televisivo en directo que no es realmente en directo, está con nosotros con un ligero retraso. Nuestra percepción de la vida va por detrás de la realidad.
Entrevista con David Eagleman,
director del Laboratorio para la Percepción y la Acción
de la University of Texas Medical School en Houston.
domingo, 4 de octubre de 2009
El tiempo perdido
Una historia desagradable y dura que planteada con tal sencillez y crudeza resulta imposible de dejar una vez entras en ella.
Su autor: Ludovic Debeurme.
Editorial: Norma.
domingo, 20 de septiembre de 2009
Annabel Lee
In a kingdom by the sea,
That a maiden there lived whom you may know
By the name of Annabel Lee;
And this maiden she lived with no other thought
Than to love and be loved by me.
I was a child and she was a child,
In this kingdom by the sea;
But we loved with a love that was more than love-
I and my Annabel Lee;
With a love that the winged seraphs of heaven
Coveted her and me.
And this was the reason that, long ago,
In this kingdom by the sea,
A wind blew out of a cloud, chilling
My beautiful Annabel Lee;
So that her highborn kinsman came
And bore her away from me,
To shut her up in a sepulchre
In this kingdom by the sea.
The angels, not half so happy in heaven,
Went envying her and me-
Yes!- that was the reason (as all men know,
In this kingdom by the sea)
That the wind came out of the cloud by night,
Chilling and killing my Annabel Lee.
But our love it was stronger by far than the love
Of those who were older than we-
Of many far wiser than we-
And neither the angels in heaven above,
Nor the demons down under the sea,
Can ever dissever my soul from the soul
Of the beautiful Annabel Lee.
For the moon never beams without bringing me dreams
Of the beautiful Annabel Lee;
And the stars never rise but I feel the bright eyes
Of the beautiful Annabel Lee;
And so, all the night-tide, I lie down by the side
Of my darling- my darling- my life and my bride,
In the sepulchre there by the sea,
In her tomb by the sounding sea.
Annabel Lee.
1849
sábado, 19 de septiembre de 2009
Lo hice diez veces
En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust.
Por el camino de Swann. Primera parte: Combray.
Ilustraciones de Stéphane Heuet.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
El edificio enorme del recuerdo
En cuanto reconocí el sabor del pedazo de magdalena mojado en tila que mi tía me daba (aunque todavía no había descubierto y tardaría mucho en averiguar el porqué ese recuerdo me daba tanta dicha), la vieja casa gris con fachada a la calle, donde estaba su cuarto, vino como una decoración de teatro a ajustarse al pabelloncito del jardín que detrás de la fábrica principal se había construido para mis padres, y en donde estaba ese truncado lienzo de casa que yo únicamente recordaba hasta entonces; y con la casa vino el pueblo, desde la hora matinal hasta la vespertina y en todo tiempo, la plaza, adonde me mandaban antes de almorzar, y las calles por donde iba a hacer recados, y los caminos que seguíamos cuando hacía buen tiempo. Y como ese entretenimiento de los japoneses que meten en un cacharro de porcelana pedacitos de papel, al parecer, informes, que en cuanto se mojan empiezan a estirarse, a tomar forma, a colorearse y a distinguirse, convirtiéndose en flores, en casas, en personajes consistentes y cognoscibles, así ahora todas las flores de nuestro jardín y las del parque del señor Swann y las ninfeas del Vívonne y las buenas gentes del pueblo y sus viviendas chiquitas y la iglesia y Combray entero y sus alrededores, todo eso, pueblo y jardines, que va tomando forma y consistencia, sale de mi taza de te.
Por el camino de Swann.
Primera parte: Combray
1913
martes, 15 de septiembre de 2009
sábado, 5 de septiembre de 2009
Caras y días y perfumes
Cada vez iré sintiendo menos y recordando
Julio Cortázar
Rayuela; Cap. 21.
1963
Recuerdos
Alguien preguntaba: “¿Cuál es tu primer recuerdo?”. Y ella respondía: “No me acuerdo.”
Casi todo el mundo lo tomaba a broma, aunque algunos sospechaban que se hacía la lista. Pero ella lo decía en serio.
- Sé lo que quieres decir- decían los comprensivos, disponiéndose a explicar y simplificar-. Siempre hay un recuerdo detrás del primero que te impide llegar a él.
Pero no: ella tampoco quería decir eso. Tu primer recuerdo no era algo como el primer sujetador, o el primer amigo, o el primer beso, o el primer polvo, o el primer matrimonio, o el primer hijo, o la muerte de uno de tus padres, o la primera intuición súbita de la lancinante desesperanza de la condición humana; no era nada de eso. No era una cosa sólida tangible, que el tiempo a su manera despaciosa y cómica, pudiese decorar con detalles fantasiosos a lo largo de los años – un remolino vaporoso de niebla, un nubarrón, una diadema -, pero nunca eliminar.
Un recuerdo, por definición no era una cosa, sino... un recuerdo. Así la gente estaba segura de que recordaba una cara, un rodillazo que les habían propinado, un prado en primavera; un perro, una abuelita, un animal de algodón cuya oreja se desintegraba, ensalivada, de tanto mordisquearla; la gente rememoraba un cochecito de niño, la vista desde ese coche, la caída desde el coche y el golpe con la cabeza contra el tiesto que su hermanito había volcado para subirse encima y examinar al recién llegado (aunque muchos años después empezarían a preguntarse si aquel hermano no le habría arrancado del sueño y golpeado la cabeza contra el tiesto en un arranque primario de cólera fraterna...). La gente recordaba estas escenas con la mayor certeza, de forma incontrovertible, pero ella recelaba, dudaba de que no fuese un relato ajeno- fuera cual fuese su fuente y su intención -, un fantaseo ilusorio o el intento sigilosamente calculado de apresar el corazón del oyente entre el pulgar y el índice y pellizcarlo de suerte que la mordedura creciese hasta el brote del amor. Martha Cochcrane habría de vivir un largo tiempo, y en todos los años de su vida no encontraría nunca un primer recuerdo que, a su entender, no fuese falaz.
jueves, 27 de agosto de 2009
¿Por qué nos engaña el cerebro?
Vamos a hacer juntos un experimento.
Imagínense que estoy con ustedes en la sala de estar, y que me paso un dia entero porque he venido cargado con maletas de fotografías de gente, de cualquier tipo de gente. Y las voy pasando de una en una, desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche, y al día siguiente les voy a pedir cuantas de estas fotos que vimos el día anterior creen ustedes que serían capaces de recordar si vieran de nuevo la fotografía o si encontraran a ese señor o a esa señora. Si se los encontraran por la calle ¿Cuántos creen que recordarían? Piensen un poco: 5, 10, 20, 40… recordarían 10000 fotografías. Se habrían quedado impresas en su cerebro.
Entrevista con el neurobiólogo Steven Rose,
Director del Centro de Investigaciones sobre el Cerebro y la Conducta
de la Open University de Londres.