jueves, 5 de noviembre de 2009

Lo que se me había escapado

Miré la pared más próxima. Ahora me parecía que estaba registrando la cartera de un hombre con el fin de identificarlo. Y no es que hubiera allí nada que no hubiera visto docenas de veces. Conocía este estudio casi tan bien como mi propia sala de estar. Me había imaginado que conocía a Janos bien, mucho mejor que ningún otro de sus escasos amigos ingleses. Éramos íntimos. Pero ahora lo inesperado me había forzado a darme cuenta de lo poco que lo había conocido, y examinaba los trocitos de papel pegados a los bordes de los estantes o a la pared, con la vaga esperanza de que me proporcionaran alguna pista sobre lo que nunca había sabido, sobre lo que se me había escapado.

John Berger
Un pintor de hoy.
2002.

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